• 25 de julio de 2025 21:57

Ley Bases: “La última vez que hablé con Kueider fue antes del tratamiento de la ley», señaló Bordet y agregó que le dolió el voto positivo

El ex gobernador de la provincia y actual diputado nacional Gustavo Bordet (PJ-Entre Ríos), hizo referencia a los avatares de la Ley Bases, reconoció que le “molestó y dolió” el posicionamiento de Edgardo Kueider a favor de la norma, sin embargo rechazó los pedidos de expulsión del partido: “Nosotros no somos un partido estalinista, de que aquel que no piensa igual se lo expulsa”, expresó.

Consultado sobre las declaraciones del senador Edgardo Kueider respecto de una intención de “hacer caer al gobierno”, Bordet aseveró que “hablar de golpe de Estado realmente es un disparate, porque con ese criterio una marcha multitudinaria, como fue la marcha universitaria, a la cual asistí como concurrente, que fue algo masivo, podría interpretarse como algo destituyente”.

“Es un disparate pensar que alguien quiera hacer un golpe de Estado por una marcha donde la represión comienza justamente con el accionar de la fuerza y que fue perfectamente planificada por el Ministerio de Seguridad, agregó. Por otro lado, nunca hubo intención de que explote todo, porque empezamos a debatir esta ley en enero de este año, ingresó a comisión, llegó al recinto, hubo un debate, después por la impericia del bloque de La Libertad Avanza que volvió el proyecto a comisión sin saber que al hacer eso se perdía el Estado parlamentario, la ley quedó en comisión durante meses y se activó ahora hace poco. Hemos presentado el debate, pero nuestro rol es el de oposición, no nos pueden pedir a nosotros que como bloque votemos algo que es contrario a los postulados con los cuales nos presentamos a las elecciones y obtuvimos el 45% de los votos”, apuntó.

“Nosotros representamos a ese electorado, los votos tienen que conseguirlos con el 56% restante que, supuestamente, fueron con los postulados de La Libertad Avanza. Este es el juego de la democracia y que hay que respetar y que tiene que ver con la tolerancia y con el rol que cada uno cumple. Si uno no está de acuerdo con algo no quiere decir que sea destituyente o que quiera que el gobierno explote, me parece que eso es querer imponer por la fuerza algo. Igual que cuando se dice que no se aprobó ninguna ley al gobierno en seis meses”, señaló.

“Pero el gobierno mandó una sola ley para que se apruebe en el Congreso, es la Ley Bases. Entonces, no es que hubo otras leyes que nosotros rechazamos o nos opusimos; solamente en seis meses se giró un solo proyecto de ley para que sea tratado en el recinto y después hemos tratado la movilidad jubilatoria que fue un dictamen que se realizó por acuerdos de la oposición y ahora hay citada una sesión para el 3 de junio donde se tratará el financiamiento universitario y el FONID, pero también por voluntad de la oposición, es decir, que el gobierno no puede quejarse de que no le aprueban proyectos cuando solamente manda uno”, argumentó.

En este marco, criticó que “además esa sola ley, en principio, tenía más de 630 artículos, lo cual también constituye un disparate porque toda gestión que se inicia lo que envía es un paquete de leyes que se van debatiendo por separado y que van teniendo mayor o menor grado de consensos y acuerdos, pero acá también hay una práctica del gobierno que es la agresión permanente, la descalificación y el estigmatización de la oposición y de todo aquel que se le opone, no solo desde la política, a un periodista que no está de acuerdo con lo que el gobierno sostiene automáticamente se lo estigmatiza, a un dirigente social se lo estigmatiza, a la iglesia también se la ha estigmatizado por las declaraciones de algunos de sus integrantes. Creo que aquí hay algo que no está de acuerdo a los cánones del sistema”, añadió.

La relación con Kueider

Consultado por su relación con el senador nacional Edgardo Kueider, quien fuera el secretario General de su gobierno, Bordet dijo: “La última vez que hablé con Kueider fue antes del tratamiento de la ley, que le manifesté mi punto de vista y le pedí que vote por el rechazo de la ley, que era la posición mayoritaria que tenía nuestro bloque y le expuse cuáles eran los argumentos que tenía. Después la comunicación se cortó porque no tenía batería, no se restableció y fue la última vez que hablé”.

Aprovechó para señalar que la relación entre ambos “no es la que tenía antes, porque antes había un trabajo articulado porque eran también diferentes ámbitos, estábamos en el gobierno de la provincia hasta el 2019 y después la agenda legislativa durante el gobierno de Alberto Fernández fue más difusa”.

“La verdad es que estando de gobernador estuve afectado completamente a la gestión, inclusive con mis amigos que no tienen nada que ver con la política, lamentablemente durante estos años he perdido prácticamente contacto porque el 100% del tiempo lo dedicaba a la gestión. Mientras estuve de gobernador prácticamente no he tenido vida social, yo vine a Paraná 8 años y no hice un solo amigo en Paraná, porque me dediqué a trabajar y el tiempo que no trabajaba estaba con mi familia. Es decir, siempre estos últimos 8 años fueron muy intensos y todo estuvo enfocado desde la política. Quizás por la distancia, quizás después por posiciones que sí fueron encontradas como cuando Edgardo decidió irse del bloque, que ahí yo públicamente manifesté mi desacuerdo, después también en algunos puntos de vista y votaciones y algunas otras cuestiones políticas que pasaron, perdimos contacto y perdimos la frecuencia que teníamos antes, que no era para nada la misma, nos compartíamos el devenir y el día a día de la gestión que uno puede compartir con un ministro, con un secretario, con un director o con un funcionario. Quizás pudo haber sido eso, pero es cierto que sí hubo desencuentros desde lo político realmente muy fuertes, como cuando se fue del bloque”, explicó.

Sobre los pedidos de expulsión del PJ para Kueider, dijo que “desde el peronismo no podemos estigmatizar permanentemente a las personas, nos puede gustar más, nos puede gustar menos, pero quien pone las cosas en su lugar es la gente con el voto y la gente es la que castiga o premia con su voto. Yo no creo en estas cuestiones de sobreactuación, de estigmatizar y de querer buscar cuestiones que no tienen nada que ver con lo que hay que discutir y debatir de fondo. Por ahí muchos dirigentes, para hacerse notar, son más papistas que el Papa y la verdad que eso tampoco está bien”.

“El voto de Kueider me dolió mucho, como también en su momento el haberse ido del bloque, porque uno tiene que tener en claro a quién representa, y nosotros teníamos claramente una representatividad desde el momento que nos eligen para algo tan importante como defender en el Congreso una posición política. Hay cosas que uno puede tener mayor o menor inclinación, pero hay cuestiones que son dogmas en política y yo todavía creo en los posicionamientos políticos, que no da lo mismo una cosa que otra. La verdad que me molestó mucho”, admitió Bordet.

Sobre una posible expulsión, indicó: “Quienes tienen que decidirlo son las autoridades partidarias, yo no puedo como dirigente arrogarme un derecho. Lo que sí digo es que el peronismo en su conjunto, todos, tenemos que generar un intenso debate, porque si uno lo analiza en la historia, no es la primera vez que esto ocurre. Acá se ha expulsado del partido a personas como el doctor Jorge Pedro Busti y la verdad es que yo creo que a la conducta de un dirigente la tiene que juzgar el electorado y cada uno de nuestros afiliados. Esto de conformar un partido tipo estalinista, que haga purgas, que expulse dirigentes, la verdad que el peronismo nunca estuvo en eso”.

Finalizando, señaló: “Nosotros no somos un partido estalinista, de que aquel que no piensa igual se lo expulsa, eso no forma parte del ABC del peronismo. Yo creo que no hay que pasarse de rosca. También hay dirigentes que por la cercanía política que ha tenido, sobre todo durante mi primera gestión, también me han endilgado algún grado de responsabilidad. Y la verdad es que son personas que a veces no sobresalen por brillo propio y aprovechan estas situaciones para actuar una situación que poco tiene que ver. Yo creo que acá hay que centrarse en el fondo de la discusión, que es esta ley. La verdad es que a mí me dolió muchísimo la actitud de Edgardo, pero no soy yo para ponerme en juez y decidir en qué lugar tiene que estar”, hizo referencia Bordet y dijo que tras la sesión no volvieron a hablar.

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