La aeronave narco que fue abandonada en un campo de San Gustavo con rastros de cocaína pertenece a un piloto boliviano. Aún no encontraron a la persona que la conducía.
Se conoció la identidad del dueño de la aeronave, si bien aun no está confirmado que sea quien la haya volado al momento del inconveniente que obligó a dejarla abandonada en suelo entrerriano.
El avión es un Cessna 206 y está registrado en Bolivia a nombre de Kevin Roca Alpire, un piloto profesional boliviano de 63 años. No se sabe aún si era quien conducí la avioneta el jueves por la tarde en un sembrado de soja cercano a San Gustavo, en el norte de Entre Ríos. El avión tenía puesta una patente falsa argentina, que ocultaba la placa boliviana.
Cabe recordar que Kevin Roca Alpire estuvo involucrado en un trágico accidente aéreo en noviembre de 2013 en Riberalta, una ciudad del norte boliviano cercana a la frontera con Brasil. En aquella ocasión Roca Alpire pilotaba un avión comercial de la empresa Aerocon, que se despistó y se incendió. En el accidente aéreo murieron ocho personas y hubo más de 10 heridos de gravedad y el piloto fue imputado por homicidio culposo y lesiones graves, junto con la copiloto Cecilia Sdenka Tapia Salinas.
La investigación del Ministerio de Seguridad de Entre Ríos a partir de la nacionalidad de la aeronave, llevó a los investigadores hacia los registros de propiedad del país andino, donde Roca Alpire figura como propietario de la nave caÍda en La Paz.
La avioneta tenía indicios evidentes de haber sido utilizada para transportar cocaína desde Bolivia y haber sufrido un desperfecto mecánico que la obligó a realizar un aterrizaje de emergencia, para luego ser abandonada en el campo. Un perro detector de narcóticos de la Policía entrerriana encontró “olor muerto” de este estupefaciente en el interior de la nave.
El caso generó gran similitud con el de otra avioneta oriunda de Bolivia encontrada en enero pasado en la zona de Ibicuy, al sur de Entre Ríos, con casi 360 kilos de cocaína. La sustancial diferencia en aquella ocasión para desenmarañar la trama del tráfico de la sustancia fue la detención del piloto brasileño Leonardo Monte Alto y su acompañante boliviana Isabela Callaú Barriga.